El próximo domingo 22 de Octubre desde las 10:00 am celebramos el Día del Club Ala-K, para ello convocamos una concentración de Pilotos de los Clubes cercanos de Navarra, La Rioja, Alava, Guipúzcoa, Aragón, a los cuales invitamos a asistir y participar.

No hay un programa previsto, pues no es una exhibición. Simplemente volaremos nuestros mejores modelos con nuestros mejores Pilotos, día para disfrutar.

Acompañaremos la jornada con un buen almuerzo. Sólo pedimos buen tiempo y buenos vuelos.

Nos vemos allí

Hay que saber disfrutar los paisajes, de las cosas bellas que muchas veces son las más sencillas.
Existen días que además de la emoción de volar, uno recibe una imagen visual gratificante de un cielo azul, salpicado con alguna nube que nos da dimensión de fondo y espacio.
Esto es difícil expresarlo en palabras, podemos intuirlo pero aquí es donde la imagen gana al escrito de plano.

El otro día, volando despreocupado, un compañero grabó parte del vuelo, el resultado es bonito no por el modelo, aquí el cielo es el protagonista, estaba precioso.

Hay veces que los accidentes suceden, nadie escapa a ello, puede ser un error de pilotaje, un fallo mecánico, mal tiempo, una combinación de factores, despiste …… estas cosas pasan.
Hacemos todo lo posible por evitarlo, se revisa todo, tenemos lista de comprobación pre vuelo y post vuelo, mantenimientos periódicos, estamos atentos durante el vuelo a cualquier ruido o comportamiento extraño, los demás compañeros nos ayudan y observan.
Son muchas las cosas que te pueden llevar al suelo un aeromodelo, eres tu piloto y tu mecánico. Por eso cuando preguntas a un aeromodelista cual es el mejor momento, casi siempre te dirá que después del vuelo, cuando estas recogiendo:

Sabes que has volado y llevas todo a casa en una pieza, esta viñeta de Carlitos lo representa de forma genial

Aquí estamos en la tarea posterior al vuelo, limpiar los restos de combustible (aceite motor del escape), vaciar el deposito, desconectar baterías, vaciar circuitos aire comprimido, comprobaciones post vuelo no hay nada suelto, roto, despegado, todo es funcional, el recubrimiento esta entero y sin perforaciones, el tren de aterrizaje cierra bien… pero tenemos esa sonrisa tonta de felicidad de haber volado y lo tenemos todo entero.

Pero no siempre es asi, puedes llamarle Murphy, mala suerte, errores, una parada de motor, un fallo de batería, una mala conexión, las famosas interferencias, un hormiguero en la pista… y como precaución siempre llevas una bolsa para cuando te toca recoger los trozos, aunque a veces la suerte de pone de nuestro lado.